VINO ROSADO Y VINO CLARETE: LAS DIFERENCIAS

El vino rosado y el vino clarete alcanzan su pico de consumo en las épocas de más calor. No es un secreto que el calor hace que nuestro cuerpo y nuestra mente pidan vinos que se sirven a temperatura más fresca. En estos casos, los vinos blancos y los vinos rosados son los que se llevan la palma.
Hay estudios de neuromarketing que aseguran que el color de estos vinos actúan como un importante desencadenante a la hora de consumirlos en ciertas épocas del año (sobre todo con el calor). Al igual que la luz y el calor en su justa medida aporta mayor felicidad a las personas, el color vivo y alegre de estos vinos despierta y activa regiones de nuestro cerebro que nos hacen que nos decantemos por este tipo de vinos.
La gastronomía en verano también influye a la hora de consumir vinos blancos y rosados ya que el maridaje (aunque muchas veces de forma inconsciente) es el adecuado para este tipo de vinos.
Vamos a comenzar avisando que la distinción entre los vinos rosados, claretes, su método de elaboración, forma de comercialización…son aspectos que tendemos a complicar y enredar ya que la tradición de las zonas productoras de clarete chocan con las definiciones legales de estos tipos de vino.
Para no entrar en disputas, debates complicados y valoraciones que nos van a llevar a un callejón sin salida, hemos optado por documentarnos leyendo artículos al respecto y valorando la opinión de viticultores, enólogos y wine lovers amantes y consumidores de este tipo de vinos.
¿Qué es el clarete?
El clarete es un tipo de vino joven que se elabora con uvas tintas y blancas, dando como resultado un vino con poco color: rosa claro, asalmonado… con aromas predominantes de flores blancas, melocotón, etc dado que tiene un alto porcentaje de uva blanca. En boca encontramos un punto de acidez y mayor amargor que en los vinos rosados, pero muy frescos y fáciles de beber.
Legalmente el vino clarete no existe bajo ese nombre, pero se siguen comercializando bajo otras categorías por su forma de elaboración. Si tenemos que clasificar el vino clarete, hay que hacerlo bajo la categoría de vino rosado. Además, el antiguo método de elaboración de estos vinos en el que se mezclaba vino blanco y vino tinto, está actualmente prohibido por la Unión Europea.
¿Cómo se elabora el vino clarete?
Para la elaboración del vino clarete la fermentación parcial se realiza con los hollejos (la piel de la uva) de la uva tinta. En las 24-48 horas siguientes se controla la coloración hasta que el mosto alcanza el color deseado, y en ese momento se procede al descube (sacarlo de la cuba) y continúa su fermentación en otro depósito sin la presencia de los hollejos.
El método de elaboración comparte características de elaboración con los vinos tintos en las primeras fases y con los vinos blancos a partir de la fermentación, dando como resultado unos vinos con aspectos estructurales comunes a los vinos tintos.
¿Qué es el vino rosado?
El vino rosado es un tipo de vino que se elabora con uvas tintas o mezcla de uvas tintas y blancas (estas últimas en pequeña proporción) y su color es más oscuro y generalmente más vivo que el obtenido en los claretes.
Dentro de este tipo de vinos podemos encontrar de diferentes clases en función del tiempo en bodega y su tipo de crianza.
¿Cómo se elabora el vino rosado?
Para la elaboración de los vinos rosados la fermentación se realiza sin los hollejos, característica principal que le distingue de los vinos claretes y hace que se parezcan en su elaboración a los vinos blancos.
Actualmente existen dos métodos de elaboración para los vinos rosados:

1.Rosado de sangrado. Se despalilla la uva tinta, se macera y al cabo de 10-40 horas en función del color deseado se procede al “sangrado”, es decir, se extrae el mosto y se dejan en el interior las partes sólidas. Este mosto se traslada a otro depósito donde fermenta sin los hollejos. Los vinos rosados elaborados con este método se caracterizan por un color más intenso, y unos aromas a fresas y frambuesas.

2.Rosado de prensado directo. La uva (tinta o blanca en poca proporción y tinta) se prensa, dando al mosto un ligero toque de color por los pigmentos del hollejo (piel de la uva) y el mosto resultante del prensado se fermenta en otro depósito sin los hollejos. Los vinos rosados elaborados con este método se caracterizan por ser más ligeros y con mayor presencia de aromas a frutas blancas en el caso de haber sido elaborados con uva blanca en su composición.
¿Entonces cuál es la diferencia entre un rosado y un clarete?
En resumen podemos decir que sus diferencias son:

•El vino clarete sólo puede ser vino joven mientras que el vino rosado puede ser de diferentes tipos (joven, crianza, reserva o gran reserva).

•El vino clarete fermenta parcialmente en contacto con los hollejos de la uva, mientras que el rosado no.

•Un vino clarete se elabora con mezcla de uva tinta y blanca, mientras que el rosado puede ser elaborado sólo con uva tinta o con mezcla de uva tinta y blanca (la blanca siempre en menor proporción).

•El vino clarete se asemeja en su elaboración inicial más al vino tinto, mientras que el rosado lo hace al vino blanco.
¿Con qué lo maridamos?
A pesar de las diferencias que existen en la elaboración de estos tipos de vinos, comparten muchas propiedades organolépticas. Esto hace que aunque la intensidad de estas propiedades sean diferentes, el maridaje sea muy parecido. Y ¡cuidado! no estamos diciendo que de igual un vino rosado a un clarete, son vinos diferentes con matices diferentes que como siempre lo va a marcar el paladar personal de cada uno.
En base a esto, recomendamos maridar ambos tipos de vinos (siempre que el rosado no tenga ningún tipo de crianza) con paellas, platos especiados, todo tipo de pastas, quesos suaves, verduras e incluso algún tipo de arroces.

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