Vinos y Bodegas del Condado de Sonoma

Brindando con los vinos estrella de la región

Ocurre algo extraordinario a causa de la amplia variedad de suelos y microclimas del condado de Sonoma: crecen cerca de 40 variedades de uvas. Si hay tierra, una vid resistente y ambiciosa encontrará la forma de crecer en ella.

De esta forma, hay más de 400 viñas a través de las 17 denominaciones en el condado de Sonoma. Si bien las uvas de vino tal vez no crezcan en los acantilados de roca que cubren la costa del Pacífico de Bodega Bay, encontrará un estupendo Chardonnay, Viognier y Pinot Noir en la fresca propiedad cubierta de niebla de Peay Vineyards, a solo 6,4 kilómetros del océano. Puede probar vinos junto al mar en Gourmet au Bay, que domina Bodega Bay, con vinos de calidad servidos sobre una pequeña tabla de surf de madera.

En cualquier recorrido para degustar vino en el condado de Sonoma encontrará rápidamente el Wine Road. No es un camino en el sentido de un solo trayecto continuo en la carretera, sino más bien una asociación de bodegas que data de 1976 y ahora cuenta 200 fincas alojadas entre los valles de Alexander, Dry Creek y Río Ruso.

El clima del Valle de Dry Creek es mediterráneo, caracterizado por veranos calientes y secos con noches frescas

Si bien el Valle de Dry Creek contiene más de 30 variedades de uva, se le conoce mejor por sus Zinfandels, la uva de piel negra que evoca pizcas de espinosa zarzamora, arándano, tabaco y pimienta negra molida. El clima aquí es mediterráneo, de veranos cálidos y secos con noches frescas, muy parecido al de la península itálica. Como resultado, los vitivinicultores locales han seguido el ejemplo de los primeros colonizadores italianos de la zona y usan métodos sustentables, orgánicos y biodinámicos para el cultivo de la uva; todos similares a los que los pioneros utilizaron alguna vez. Usted puede probar los resultados en la sala de degustación de la Papapietro Perry Winery y la viña de Healdsburg, cuyas uvas se obtienen de varios viñedos de las cercanías del condado de Sonoma.

Para una prueba del famoso valle del Río Ruso, visite la MacRostie Winery and Vineyards, que homenajea a su dueño, Steve MacRostie, una leyenda por sus magníficos vinos de su original Wildcat Mountain Vineyard de la región de Petaluma Gap en la costa de Sonoma. Esta propiedad de viña y sala de degustación se encuentra en la ladera de Healdsburg y conecta el lado lujoso del condado de Sonoma con sus sillas de troncos de roble, sillas de piel y arañas en forma de nave espacial o globo terráqueo.

Alexander Valley es otro lugar que no debe perderse y que aloja a la Jordan Vineyard & Winery de 485 hectáreas. El castillo de piedra y estuco se centra en el Cabernet Sauvignon y el Chardonnay, servido con pequeños bocadillos preparados por el chef de la propiedad Todd Knoll, y exhibe el jardín culinario del lugar.

De hecho, muchas de las mejores viñas de Sonoma hacen de la comida una parte primordial de la experiencia de degustar vinos. En el Valle de Sonoma, Hamel Family Wines impresiona con pequeños bocadillos y recorridos por la cava, mientras que St. Francis Winery ofrece un suntuoso almuerzo de varios platos y maridajes de vinos con la ayuda de un guía. Y el maridaje de inmersión Palate Play de Ram’s Gate en Carneros-Sonoma es casi una comida completa, que comienza con un recorrido tras bambalinas de la bodega diseñada por Howard Backen y continua con un maridaje acompañado de un guía de vinos y platillos.

Rompiendo mitos del Vino Blanco

Sobre el vino blanco se han dicho cantidad de cosas, muchas de ellas, auténticas majaderías. Si bien es cierto que en este país el color predominante para el vino ha sido, durante años, el rojo, actualmente encontramos otros colores con auténticas maravillas, tal y como encontramos en épocas más pretéritas. Hoy, queremos romper una lanza a favor del vino blanco y romper algunos de los mitos que le rodean. Allá vamos:

1-El vino blanco no es blanco

No siempre está elaborado con uvas blancas, así, como lo leéis. Hay grandes vinos blancos hechos a partir de uvas tintas, y, de hecho, es una práctica bastante habitual. Se les llama “Blanc de Noirs”. Pueden no tener color tinto ya que en la elaboración se retira rápidamente el hollejo (piel de la uva) que es quién da color. El mosto es incoloro, sea cuál sea el color de la variedad. Así que sí, hay vinos blancos con dosis de uvas tintas en ellos.

2-Los vinos blancos no envejecen bien

Otra creencia que no tiene razón de ser. Tradicionalmente muchos de los vinos blancos se bebían del año (con honrosas excepciones de blancos que se dejaban reposar, como los Albariño de antaño o grandes Riesling o Chenin del Loire) pero también pueden tener paso por barrica, más o menos. De hecho, son una moda creciente y si no los conoces, te animamos a que los pruebes. Su cremosidad y textura te encantará.

3-No hay tanta variedad como en el vino tinto

Esta es realmente de fan fan del vino tinto. Hay más de 150 variedades de uva blanca y cada una con sus características y particularidades. Y cada una de ellas se adapta de una forma u otra al lugar en el que crece y se vinifica diferente. Así que el resultado es…sorprendente. Hay muchísima variedad en el vino blanco.

4-El vino blanco es perfecto para el pescado

Sí, y para la carne. Y la pasta. Y los arroces. Y los postres. Y el aperitivo. Depende de tu gusto y tipología de vino y plato maridarán más o menos bien…también hay vinos tintos que maridan estupendamente bien con el pescado, depende del vino y del pescado, como no. Prometemos dedicarle capítulo al apasionante mundo del maridaje en breve.

5-El vino blanco hay que tomarlo muy frío

No siempre. El vino, como fruta que es, al fin y al cabo, se hace más agradable a temperatura fresca, así que si la sensación al entrar en boca es de frescor, será más agradable. Y sobre servir demasiado frío siempre el vino blanco…pues dependerá del tipo que sea. Los más ligeros están perfectos entre 7º y 10º pero los más maduros, con barrica o crianza sobre lías agradecen tomarse un poco más atemperados, entre los 10º y 13º. A esta temperatura pueden expresar mejor su riqueza aromática.

6-No tiene tantas propiedades beneficiosas para la salud como el vino tinto

Numerosos estudios indican que el vino, tomado con mesura, tiene beneficios para la salud. Entre ellos, se le adjudican ser bueno para el corazón, prevenir enfermedades pulmonares, tener gran poder antioxidante, ayudar a mantener el peso y proteger el buen funcionamiento cerebral, entre otros. Tradicionalmente, estos beneficios se atribuían solo al vino tinto, pero numerosos estudios incluyen también al vino blanco como portador de estas beneficiosas propiedades.

7-Engorda

Pese a que el aporte calórico del alcohol siempre es elevado y debe suprimirse en una dieta de adelgazamiento, el vino blanco tiene menos calorías que el vino tinto. Igualmente, debemos tener en cuenta que su aporte calórico es bastante reducido, ya que cada 100 ml son 65 calorías, un número muchísimo menos que las bebidas carbonatadas o la mayoría de los considerados refrescos.

8-En España no hay grandes vinos blancos

Apaga y vámonos. Este mito sí que nos toca en lo más hondo y duele que salpica. En España hubo, hay y habrá grandes vinos blancos. Maravillosas zonas vitivinícolas como Galicia (Rías Baixas, Ribeiro, Valdeorras, Ribeira Sacra…) tienen infinidad de vinos blancos que quitan el hipo y así suma y sigue en el resto de la geografía. Todas las DO cuentan con perlas blancas muy a tener en cuenta y las que “abandonaron” la vid blanca por dictámenes del mercado, la están recuperando y de qué manera. La Rioja es un maravilloso ejemplo de ello, con joyas como el Castillo de Ygay Blanco Reserva 1986 puntuado con nada más y nada menos que 100 de los famosos puntos Parker. Y sin olvidar otras grandes, pequeñas y medianas joyas blancas que llegan de todos los rincones de la orografía española.

9-El vino blanco marida fatal con el queso

Pues otra vez no, queridos. De hecho, es más fácil maridar quesos con vino blanco que con tintos. Quesos como el brie u otros de pasta blanda, del tipo cremoso combinan de gloria con los blancos. Y para los atrevidos, quesos curados con vinos con barrica o crianza sobre lías. El resultado es de impacto. Apuntadlo de deberes y veréis como también se fulmina este mito sobre el vino blanco…

10-El vino blanco deja más resaca

A ver, los excesos se pagan y a veces, muy caros. Cualquier copa de más deja el cuerpo fuera de combate con secuelas, pero debemos señalar que estas secuelas no son mayores por ser el vino blanco. Dentro del alcohol que contiene, es preferible excederse con él que con otras bebidas alcohólicas más “oscuras”, ya que estas contienen más congéneres, que son los componentes biológicamente activos que son los responsables de dejar resaca. El vino blanco tiene muchos menos que el tinto y que, por supuesto, el coñac, ron, whisky etc… Igualmente, toda precaución es poca y la moderación en temas de vino es un grado…Así que, mejor que no hagáis una comprobación empírica de este mito.

Vinos de La Mancha

La Mancha es la región vitivinícola más extensa del mundo con una gran variedad de uvas. La zona se caracteriza por tener más de 3000 horas de luz al año, sus suelos calizos y su clima continental de veranos cálidos e inviernos fríos dándole un carácter único a sus vinos.

Características

Los viñedos de La Mancha están asentados sobre una extensa llanura que cuenta características únicas empezando por la altitud que ronda los 600 a 900 metros sobre el nivel del mar, lo que permite que su maduración de las uvas sea uniforme. Mientras que la pluviometría es de unos 300-400 mm aproximadamente.

En cuanto al clima, se presentan temperaturas muy elevadas en la temporada de verano. Y por el contrario, muy bajas en la época de invierno.
Precisamente este clima seco y con estas temperaturas que caracteriza a los viñedos de La Mancha impide el surgimiento de enfermedades criptogámicas. Y al estar asentadas sobre un área caliza, las viñas producen uvas con particularidades únicas que se reflejan en la calidad y sabor propio de los vinos de esta región.

Es por este motivo por el que La Mancha posee rasgos adecuados para el cultivo de la viña, a través del clima se consigue una armoniosa maduración de los frutos. Esto, a su vez, asegura una producción de vinos uniforme y salubre.
En La Mancha se cultiva una extensa variedad de uvas. Cada una tiene un sabor particular que busca dar mayor personalidad y autenticidad a los vinos.

Enología y Biodiversidad

La producción de vinos en La Mancha se caracteriza por ser un procedimiento natural, ecológico y sostenible en el tiempo. Las bodegas manchegas procuran respetar el medio ambiente sobre el que operan y que les brinda las uvas que le permiten producir los mejores vinos de la región.

Patrimonio Enológico

La Mancha posee una tradición vitivinícola muy arraigada, lo que la ha convertido en una de las principales regiones productoras de vino en España. Y a fin de promover el conocimiento de la producción del vino se organizan visitas guiadas por los principales lugares que son Patrimonio Enológico, donde se explica el proceso de elaboración vinícola.

Ribera del Júcar

Ribera del Júcar es una denominación de origen protegida cuya zona de producción está situada en el sur de la provincia de Cuenca, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, España. Compuesta por 7 municipios y regada por el río Júcar, obtuvo la calificación de Denominación de origen en 2003.

Después de recorrer más de 500 kilómetros, el río Júcar desemboca en el Mediterráneo salpicando de vida las tierras que fecunda desde su nacimiento en la Cordillera Ibérica. En su caudaloso viaje a través de los siglos ha marcado una profunda huella en el paisaje y en los hombres y mujeres que antes y ahora disfrutan de sus favores.

Campos de cereales, hortalizas, frutales,… la vida misma emerge en sus orillas impulsada por el agua cristalina, pero también fertiliza tierras que antaño formaron parte de su geografía y que hoy contemplan cómo el cauce fluye por otros caminos.

En este entorno, el río, el clima, la tierra y la labor paciente y constante de las gentes que la habitan han permitido obtener los mejores frutos, especialmente sus viñedos, de los que se obtienen vinos de la más alta calidad, acogidos a la Denominación de Origen “Ribera del Júcar”.

Uvas:
– Cabernet Sauvignon
– Merlot
– Syrah
– Bobal
– Tempranillo
– Petit Verdot
– Cabernet Franc
– Moscatel de grano menudo
– Sauvignon Blanc