Sobre el vino blanco se han dicho cantidad de cosas, muchas de ellas, auténticas majaderías. Si bien es cierto que en este país el color predominante para el vino ha sido, durante años, el rojo, actualmente encontramos otros colores con auténticas maravillas, tal y como encontramos en épocas más pretéritas. Hoy, queremos romper una lanza a favor del vino blanco y romper algunos de los mitos que le rodean. Allá vamos:
1-El vino blanco no es blanco
No siempre está elaborado con uvas blancas, así, como lo leéis. Hay grandes vinos blancos hechos a partir de uvas tintas, y, de hecho, es una práctica bastante habitual. Se les llama “Blanc de Noirs”. Pueden no tener color tinto ya que en la elaboración se retira rápidamente el hollejo (piel de la uva) que es quién da color. El mosto es incoloro, sea cuál sea el color de la variedad. Así que sí, hay vinos blancos con dosis de uvas tintas en ellos.
2-Los vinos blancos no envejecen bien
Otra creencia que no tiene razón de ser. Tradicionalmente muchos de los vinos blancos se bebían del año (con honrosas excepciones de blancos que se dejaban reposar, como los Albariño de antaño o grandes Riesling o Chenin del Loire) pero también pueden tener paso por barrica, más o menos. De hecho, son una moda creciente y si no los conoces, te animamos a que los pruebes. Su cremosidad y textura te encantará.
3-No hay tanta variedad como en el vino tinto
Esta es realmente de fan fan del vino tinto. Hay más de 150 variedades de uva blanca y cada una con sus características y particularidades. Y cada una de ellas se adapta de una forma u otra al lugar en el que crece y se vinifica diferente. Así que el resultado es…sorprendente. Hay muchísima variedad en el vino blanco.
4-El vino blanco es perfecto para el pescado
Sí, y para la carne. Y la pasta. Y los arroces. Y los postres. Y el aperitivo. Depende de tu gusto y tipología de vino y plato maridarán más o menos bien…también hay vinos tintos que maridan estupendamente bien con el pescado, depende del vino y del pescado, como no. Prometemos dedicarle capítulo al apasionante mundo del maridaje en breve.
5-El vino blanco hay que tomarlo muy frío
No siempre. El vino, como fruta que es, al fin y al cabo, se hace más agradable a temperatura fresca, así que si la sensación al entrar en boca es de frescor, será más agradable. Y sobre servir demasiado frío siempre el vino blanco…pues dependerá del tipo que sea. Los más ligeros están perfectos entre 7º y 10º pero los más maduros, con barrica o crianza sobre lías agradecen tomarse un poco más atemperados, entre los 10º y 13º. A esta temperatura pueden expresar mejor su riqueza aromática.
6-No tiene tantas propiedades beneficiosas para la salud como el vino tinto
Numerosos estudios indican que el vino, tomado con mesura, tiene beneficios para la salud. Entre ellos, se le adjudican ser bueno para el corazón, prevenir enfermedades pulmonares, tener gran poder antioxidante, ayudar a mantener el peso y proteger el buen funcionamiento cerebral, entre otros. Tradicionalmente, estos beneficios se atribuían solo al vino tinto, pero numerosos estudios incluyen también al vino blanco como portador de estas beneficiosas propiedades.
7-Engorda
Pese a que el aporte calórico del alcohol siempre es elevado y debe suprimirse en una dieta de adelgazamiento, el vino blanco tiene menos calorías que el vino tinto. Igualmente, debemos tener en cuenta que su aporte calórico es bastante reducido, ya que cada 100 ml son 65 calorías, un número muchísimo menos que las bebidas carbonatadas o la mayoría de los considerados refrescos.
8-En España no hay grandes vinos blancos
Apaga y vámonos. Este mito sí que nos toca en lo más hondo y duele que salpica. En España hubo, hay y habrá grandes vinos blancos. Maravillosas zonas vitivinícolas como Galicia (Rías Baixas, Ribeiro, Valdeorras, Ribeira Sacra…) tienen infinidad de vinos blancos que quitan el hipo y así suma y sigue en el resto de la geografía. Todas las DO cuentan con perlas blancas muy a tener en cuenta y las que “abandonaron” la vid blanca por dictámenes del mercado, la están recuperando y de qué manera. La Rioja es un maravilloso ejemplo de ello, con joyas como el Castillo de Ygay Blanco Reserva 1986 puntuado con nada más y nada menos que 100 de los famosos puntos Parker. Y sin olvidar otras grandes, pequeñas y medianas joyas blancas que llegan de todos los rincones de la orografía española.
9-El vino blanco marida fatal con el queso
Pues otra vez no, queridos. De hecho, es más fácil maridar quesos con vino blanco que con tintos. Quesos como el brie u otros de pasta blanda, del tipo cremoso combinan de gloria con los blancos. Y para los atrevidos, quesos curados con vinos con barrica o crianza sobre lías. El resultado es de impacto. Apuntadlo de deberes y veréis como también se fulmina este mito sobre el vino blanco…
10-El vino blanco deja más resaca
A ver, los excesos se pagan y a veces, muy caros. Cualquier copa de más deja el cuerpo fuera de combate con secuelas, pero debemos señalar que estas secuelas no son mayores por ser el vino blanco. Dentro del alcohol que contiene, es preferible excederse con él que con otras bebidas alcohólicas más “oscuras”, ya que estas contienen más congéneres, que son los componentes biológicamente activos que son los responsables de dejar resaca. El vino blanco tiene muchos menos que el tinto y que, por supuesto, el coñac, ron, whisky etc… Igualmente, toda precaución es poca y la moderación en temas de vino es un grado…Así que, mejor que no hagáis una comprobación empírica de este mito.