EL MÉDOC

El Médoc es una de las más importantes regiones que componen el vasto mapa vitivinícola de Burdeos. Se encuentra ubicada en la orilla izquierda del estuario de la Gironda, en la parte más septentrional de Burdeos, y en ella se elaboran algunos de los mejores vinos franceses. Para conocerla mejor, vamos a profundizar un poquito en la zona, cuna de algunos de los más importantes châteaux del país vecino.

Una de las primeras cosas que sorprende del Médoc es que, pese a la fama de sus vinos, no se trata de una zona a priori idónea para el cultivo de la vid, y esto es debido a su excesiva proximidad con el Océano Atlántico, lo que provoca un clima muy oceánico, marcado por la abundante humedad y la alta pluviometría, lo que origina problemas de prodredumbre casi de forma constante.
 
Sin embargo, este problema se resuelve en gran parte gracias a sus suelos, uno de los grandes secretos de esta región. El terreno en el Médoc es bastante llano, y su suelo está compuesto mayoritariamente de grava, que permite que se retenga el calor, se drenen las lluvias y se optimice tanto el sistema de raíces de las plantas como la maduración de sus uvas. Este suelo de grava, predominante en la zona más cercana al Gironda, se combina también con suelos calizos e incluso puramente arcillosos, más comunes a medida que el terreno se aleja del estuario, dando como resultado por lo general vinos más rústicos.
 
Aunque el Médoc está compuesto por una gran cantidad de Apelaciones de Origen Controladas (AOC) de enorme prestigio, la región geográfica está compuesta por dos grandes denominaciones genéricas: la AOC Médoc y la AOC Haut-Médoc. La primera (antiguamente llamada Bajo Médoc) corresponde a la zona más cercana a la desembocadura del Gironda, y por tanto, más próxima al océano; mientras que el Haut-Médoc (Alto Médoc) corresponde a la zona más próxima a la ciudad de Burdeos, y por lo tanto está ubicada a mayor altitud, siendo históricamente la de mayor prestigio vinícola.

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