HOLA ENVERO !!!

La planta de la vid tiene ciclos anuales. Va experimentando cambios morfológicos y fisiológicos que le permiten acumular
 una serie de sustancias como los azúcares (glucosa que se convierte en alcohol al momento de la fermentación), ácidos (ácido tartárico, málico y cítrico), aromas primarios (terpenos) y compuestos fenólicos (polifenoles) que son responsables del color, del gusto y de la estructura de los vinos. Pasan por diferentes estados que, influidos por el clima, determinan la calidad del vino.

Todos los años se repite el mismo proceso de la uva. El minucioso cuidado de éste, sumado a las condiciones climáticas son determinantes en el resultado final de cada cosecha. De aquí la importancia de cada año, ya que aunque el proceso pueda ser el mismo, no todo depende de la mano del hombre. La naturaleza tiene muchísimo que ver con la calidad de la uva que dará la próxima cosecha. Es por eso que los vinos, aún siendo de la misma vinícola y el mismo tipo o mezcla de uvas, cada año son distintos. Hay añadas que las condiciones fueron tan favorables para cosechar una uva de calidad, que logra que los vinos sean recordados justo por eso. 

Cada año la uva pasa por seis fases: brotación, foliación, floración, fecundación y fructificación, envero y maduración. Son parte esencial del proceso de la elaboración del vino. Tan importantes que, incluso en las diferentes regiones vinícolas del mundo, se realizan festividades para celebrar cada una de ellas.

Estamos en la fase del Envero. La cual es muy importante ya que es el momento en que las uvas cambian de color y le permiten a los viticultores probar las uvas y, valorar su sabor dulce y el descenso progresivo de la acidez, para determinar el comienzo de la vendimia (cosecha). Las uvas blancas pasan del verde al amarillo, mientras que las uvas tintas van tomando un color rojo claro que se va oscureciendo.

¡Es de mis etapas favoritas! Porque todo el paisaje se llena de colores cálidos. En tan sólo un racimo podemos encontrar una gran parte de la paleta de colores, es un espectáculo visual bellísimo. 

Siempre me ha gustado caminar entre vides, sin importar la época del año. Pero hacerlo en esta temporada es aún mejor. Es como estar dentro de una pintura impresionista. No te pierdas la oportunidad de verlo con tus propios ojos y aprovecha para conocer un vino nuevo de ésta, la zona vitivinícola más grande del país.
 

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