QUE TIPO DE VINO? LA IMPORTANCIA DE DEJARSE ACONSEJAR

El pensamiento debe quizá nacer a la inversa: pensar en el tipo de vino que nos apetece, tratar de transmitirlo y dejarse aconsejar. ¿Pero cómo? Una opción, cuando uno visita países o zonas de las que conoce poco, es encaminarme a una enoteca, contarle al profesional el tipo de vino que nos gusta y pedirle recomendaciones.
 
No es fácil conocer tantos vinos y tantas marcas pero todos sabemos describir los vinos que sí nos gustan o los estilos de vino que nos agradan. En todas partes podemos encontrar buenos vinos, igual que vinos malos.
Fíjate en las pequeñas bodegas que innovan mirando al pasado
Fíjate en las pequeñas bodegas, las bodegas artesanales, la gente que te habla de su viña y que elabora sus vinos donde puede, la gente que recupera viejas variedades perdidas, que innova mirando al pasado…
 
“Esta gente embotella cada año sus sueños, sus anhelos, su trabajo… y compartir todo esto es una gran lujo que habitualmente tiene un precio muy justo. Estos vinos no valdrán nunca un euro y medio pero valdrá mucho más de lo que cuestan.
 
El gusto es tuyo
Casi todo en el vino tiene que ver con la subjetividad. Un vino, por muy recomendado que esté por los técnicos, por mucha nota que los críticos le hayan puesto, si no te gusta, no es bueno para ti. A veces hay vinos excelentes pero muy complejos de beber y apreciar y no nos gustan simplemente porque nuestra percepción sensorial no está educada para entender y disfrutar de tal complejidad.
 
Seguramente en la medida en que evolucionamos como amantes del vino nuestra capacidad de entender los vinos y disfrutarlos es mayor.
 
Sé curioso y deja que el vino te cuente cosas
Para quien esté comenzando a interesarse por el mundo del vino, un buen consejo es el de ser curioso, probar muchas cosas distintas. Hay que llegar al vino “el espíritu abierto”, que cada vez que tome una copa de vino le dedique al vino un minuto al menos, que deje “que el vino le hable y le cuente cosas, sobre el paisaje donde nace, sobre el frío o las lluvias de ese año, sobre la variedad, sobre las personas que lo elaboran”.
 
Con todas estas claves sobre la mesa quizá te resulte más fácil encontrar ese vino que consiga potenciar cada uno de lo momentos de los que se compone una vida. Experiencias al fin y al cabo que el buen vino puede acompañar.

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