TEXTURAS DEL SUELO EN EL VIÑEDO

El suelo es un elemento formado por la interacción de cinco elementos principales: Roca Madre, Clima, Relieve, Seres Vivos y Tiempo.

Las características previas de la Roca Madre marcarán fundamentalmente el tipo de suelo en cuanto a la textura, pero las diferentes influencias de Clima, Relieve y Seres Vivos a lo largo del Tiempo configurarán sus propiedades finales.

La estructura física es, según la mayor parte de los entendidos, desde el punto de vista de la viticultura, el aspecto más importante del suelo ya que marca su capacidad para retener agua y la facilidad que tiene la vid para acceder a la misma.

Los suelos húmedos son suelos fríos, mientras que los bien drenados son más cálidos. Estos últimos favorecerán la erupción más temprana de las yemas y ayudarán a la maduración de las uvas. Pueden ser adecuados para las variedades de maduración más tardía en climas marginales, ya que acelera el proceso. Un suelo frío puede ser más apropiado para las variedades de maduración temprana. Los suelos oscuros también son más cálidos mientras que los de color más claro son más fríos. Los suelos muy pedregosos conducen y mantienen bien el calor, con lo que contribuyen también a la maduración.

Los suelos se pueden dividir en tres tipos según la predominancia de la fracción textural que presentan:

Suelo Arenoso: Este suelo está compuesto principalmente por arena, que son partículas de piedra de carácter silíceo. Presenta en abundancia partículas gruesas que se pueden apreciar a simple vista y separarse con facilidad. Se satura con poca agua y se seca rápidamente al aire. No presenta adhesividad.

Suelo Limoso: Material suelto con una granulometría comprendida entre la arena fina y la arcilla. Es un sedimento incoherente transportado en suspensión por los ríos y por el viento, que se deposita en el lecho de los cursos de agua o sobre terrenos que han sido inundados. Su rasgo más característico es su suavidad en estado húmedo y su apariencia de polco (talco) en estado seco. No retiene agua por periodos de tiempo prolongados y es adhesivo y muy poco plástico cuando se humedece.

Suelo Arcilloso: Compuesto por arcilla, formada principalmente por silicato de aluminio hidratado. Está formado por partículas pequeñas muy cohesivas que retienen mucha agua y se vuelve jabonoso, plástico y resbaladizo al humedecerse. Al secarse quedan muy compactos y duros. Se conocen como suelos pesados y húmedos y son muy impermeables.
Estos diferentes tipos de suelo no solamente se presentan en estado puro, en muchas ocasiones tienden a mezclarse entre ellos, con lo que podemos ver los siguientes tipos de suelo y las diferentes características de su textura:

Textura Arenosa: Es un suelo con las características del suelo arenoso.

Textura Franco-Arenosa: Es un suelo que presenta bastante arena pero que cuenta también con limo y arcilla, lo cual le otorga algo más de coherencia entre partículas.

Textura Franca: Es un suelo que tiene una mezcla relativamente uniforme, en términos cuantitativos, de los tres separados textuales. Es blando o friable, que se desmenuza fácilmente, además de bastante suave y ligeramente plástico.

Textura Franco-Arcillosa: Es un suelo que presenta bastante arcilla pero que cuenta también con limo y arena. Presenta mayor cohesión.

Textura Arcillosa: Constituye un suelo de textura fina que usualmente forma terrones duros quebradizos en estado seco y es muy plástico y pegajoso al mojarse.

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